Cuando por fin eres medianamente feliz, llega alguien que lo estropea todo. Te complica la vida de una forma extraña e inusual. Él no hace nada pero a la vez es la causa de todo. Muchas veces piensas en que todas las malas situaciones surgen a raíz de él. Eso es lo que piensas cuando no le conoces. Una vez que vas entablando una relación, todo mejora. A partir de entonces comprendes todas y cada una de sus fechorías imaginarias. Él lo único que ha hecho es existir. Ha causado que, en ocasiones, te derrumbes. Pero solamente, para que luego, pueda darte un abrazo y hacer que olvides todo lo demás.
Esa era la clave de todo. Su existencia ha sido perjudicial solo en tu mente, en realidad lo que estaba haciendo, era intentar que fueses la persona más feliz de el mundo. Ese era su objetivo, y lo ha alcanzado con creces.
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